Basta con hacer ¡click!

La fotografía está entre nosotros. Es una forma de comunicación plenamente asentado en nuestra sociedad (y en todas las sociedades capitalistas), que conforma una porción importante en nuestro fluir diario. Tan arraigada que ya no entendemos nuestra existencia sin ella; periódicos sin fotografías, casas sin fotografías, vidas sin fotografías. Bien pero, ¿cómo es la fotografía actual? Para mí, en la gran mayoría de casos, la fotografia de hoy es falsa.

Es falsa porque es fingida. Las fotos son poses, previamente avisadas y artificiales en composición y emoción. Realmente, en el momento en que se diga "poneros, foto", la instantánea deja de ser realista y se convierte en una situación inexistente; es decir, si no fuera por la foto, tú y tus cuatro amigos nunca os habrías abrazado, sonrientes, los cinco pegados, perfectamente agrupados y con el monumento de turno al fondo. Es falsa porque es artifical, ya que el hombre no caza la foto, el momento, sino que se limita simplemente a crearla. Colocados en esta tesitura, deberíamos exigirle a la foto al menos un mínimo de creatividad, es decir, ya que vas a provocarla premeditadamente, al menos busca composiciones y maneras de fotografiar novedosas, estéticas, sorprendentes, transgresoras. Nada de eso. Ése es el tercer pecado de la fotografía actual: es repetitiva hasta decir basta. Un simple ejercicio basta para comprobar lo que digo. Intentad buscar diferencias importantes entre las fotos que vemos diariamente. Buscad en los típicos álbunes de gente poco interesante (verano 2007, cumple rocío, botellona halloween, con mis niñas, yop...) y comprobaréis que si ignoráis el escenario que los rodea, caras, gestos, actitudes, enfoques, luz, ángulos, etc., se repiten una y otra vez. Es como un pasatiempo de buscar las diferencias, solo que aquí no las hay. He aquí el cuarto pecado: es muy aburrida.


Y bien, llegados a este punto se plantea una cuestión. Sabiendo que la foto actual no emociona a nadie ni tiene ningún interés artístico en sí misma, ¿por qué será que se hacen cientas y cientas todos los días? Sin duda la gente siente necesidad de hacer fotos. Para dar fe de tal o cual viaje ("mira mis fotos en Madrid.."), para mostrarse, como carta de presentación (ojo, la fotografía tiene gran capacidad de engaño), para auto-reafirmarse, para fortalecer vínculos con otras personas, para recordar épocas o situaciones...Lo cierto es que el ser humano actual siente la patológica necesidad de fotografiar, o más bien de fotografiarse, sobre todo fuera de su casa, una necesidad puramente cultural. Creo que es una manera más de rellenar huecos, un pegamento que cimenta vidas y ánimos, como el fútbol, la semana santa o la famalia. La fotografía confirma a la gente su existencia, es una prueba de fe que ayuda a manetenernos emocionalmente a flote. Sin embargo, mi concepción de la fotografía es otra. Llévate la cámara a la calle, busca situaciones curiosas, objetos que nunca están juntos y ahora si lo están, una sombra con forma extraña, una foto a alguien sin avisar, algo cotidiano que te parece guapo, unos pantalones arrugados, tus zapatos de perfil, una forma de nubes rara, una iluminación diferente, algún símbolo curioso, filas de coches, un contraste, un momento tenso, un sitio especial para ti, algo insignificante, tus manos, a ti mismo en el servicio, tu amigo que piensa, el de al lado que mira a la chica....Las posibilidades son infinitas. No es nada difícil y es muy divertido. Fotografía fresca, real, improvisada. Los resultados pueden ser muy sorprendentes. Fuera los corsés.