Con dos cojones

martes, abril 01, 2008



El lenguaje y las palabras dicen mucho del pueblo que las habla. Particularmente, el castellano utiliza palabras de muy diverso origen y procedencia, algunas de las cuales han sufrido un paulatino proceso histórico de transformación y mezcla con otras palabras, para finalmente ser hoy como las conocemos. La ciencia que estudia el origen de las palabras es la Etimología, y aunque a veces sea algo complicada, a mí me parece una disciplina realmente fascinante.

En concreto, la palabra testificar tiene un origen de lo más curioso. En la Antigua Roma, cuando alguien se dirigía en parlamento a una autoridad competente, fuera a un tribunal en un juicio o en el propio Senado, ésta persona lo hacía agarrando sus testículos con su mano derecha para dar credibilidad y veracidad a lo que decía. Al parecer, era una forma de reforzar su declaración poniendo en juego y "por testigo" algo tan preciado como son los propios genitales. De ahí vienen también palabras como testigo o atestiguar.

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