¡Ah, el Séptimo Arte! El Cine lleva muchas décadas trayéndonos grandes raciones de entretenimiento y cultura, ambas cosas muy necesarias en estos tiempos de desesperanza. Como grandes amantes del cine que somos, desde la Penúltima Pamplina queremos apoyarlo con fuerza y os iremos haciendo nuestras particulares recomendaciones cinéfilas. Películas que nos gustan y que consideramos importantes en cualquier vida cinéfila.
Closer (2004, EE.UU.) Mike Nichols: "I can't take my eyes off you..."
Intensa y valiente. Closer es la historia de cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, cuyas vidas se ven entrelazadas por (sí, lo adivinaste) múltiples relaciones amorosas. Pese a que el planteamiento inicial pudiera parecer algo más que trillado, hablamos de una película que se parece a pocas cosas vistas hasta ahora. Closer se caracteriza por sus inteligentes y finos diálogos, situaciones frescas y tono sarcástico y divertido. La influencia teatral es manifiesta (se basa en una obra inglesa), algo que se deja sentir en el dramatismo y la teatralidad de las escenas. La conveniencia de la verdad, la sinceridad, la confianza y la identidad propia vertebrarán un relato intenso y pasional cuyas situaciones a veces incluso nos dejan atrás y no podemos seguirlas.
No obstante, pese a ser en ocasiones una historia algo ambigua sentimentalmente, el espectador no tardará en saborear la enorme filosofía vital que rezuma en toda la película. No importa que no logres encajar todas las piezas ni entender todo lo que dicen, salta a la vista que por ahí detrás hay algo interesante y sabio. Para mí es una película adulta, creo que la más adulta que he visto nunca, precisamente por eso se me escaparon pequeños detalles. En cuanto a las interpretaciones, ninguno me parece digno de excesivo elogio salvo Clive Owen. Realmente está inmenso, como médico mal hablado e hirientemente sincero. Es sin duda el que mejor refleja todas las virtudes que he comentado sobre la película.
ESCENAS RECOMENDADAS: Chat+ Acuario o cuando Owen llega de viaje.
El Odio (1994, Francia) Mathieu Kassovitz: "Por ahora todo va bien..."
Un clásico del cine de los Noventa. La primera vez que vi esta película fue porque me la pusieron en clase de Sociología, hace unos tres años. Y a primera vista, impresiona. Toda la película es en blanco y negro y con una banda sonora casi ausente del todo. Estamos ante un retrato social de los suburbios parisinos (aunque vale para cualquiera de nuestras ciudades), de cómo un grupo de jóvenes vive diariamente en unas condiciones de acusada pobreza y extrema violencia. El racismo (fenómeno muy arraigado en Francia, aunque hoy día extendido a todos los países desarrollados) centra buena parte de la problemática de la cinta. La tensión entre ellos y las fuerzas del orden (la eterna antítesis entre el opresor y el oprimido) conformarán la dialéctica de la película, casi siempre tensionada y cargada de resentimiento.
¿Quién tiene la culpa, quién inició la guerra? El odio, cómo no, será el motor de los personajes y de sus motivaciones. El crimen será en muchas ocasiones la única salida y la encrucijada entre lo correcto y lo incorrecto será una pregunta constante. No es la típica película sentimendaloide de delicuentes empujados por la sociedad, no hay ni rastro de conformismo ni clichés de ese estilo. Cuesta digerirla.
ESCENAS RECOMENDADAS: De madrugada en la vista panorámica de París o la escena de los servicios.
Recomendaciones en 35 mm
martes, abril 15, 2008
Publicado por Consigliere en 7:47 p. m.
Etiquetas: Cine
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