El Tesoro de Thomas J. Beale

martes, febrero 12, 2008

Parece ser que en algún lugar del estado de Virginia (EEUU) hay enterrados unos 1326 kilogramos de oro y 2315 kilogramos de plata, que hoy en día valen unos 30 millones de euros. Y están allí esperándote. Para encontrarlos solo debes descifrar tres pergaminos llenos de números de hace casi 200 años. ¿Leyenda urbana?

Al principio me pareció que sí, pero he encontrado la misma historia en varias fuentes, incluyendo wikipedia, además parece que historicamente hay varias referencias al asunto, incluyendo el nombre del protagonista, Thomas J. Beale, que se ha encontrado en un censo de la época. Asi que podemos decir que, al menos, la historia es posible. Según los apasionados de los códigos es el enigma criptográfico más fascinante de los últimos tiempos.

Todo empezó en enero de 1820
, cuando llega a un hotelucho de mala muerte de Lynchburg (Virginia) un hombre que se dió a conocer con el nombre de Thomas J. Beale. Se alojó en una de las habitaciones durante un par de meses, y después se fue. Dos años más tarde, volvió acompañado de una caja de hierro dotada de una cerradura, cuya llave confió a la administración del hotel, pidiéndoles que no la abrieran hasta recibir instrucciones. Algunos días más tarde, se volvió a ir.

Lynchburg (Virginia), el pueblo donde está el hotel en la actualidad

Pasaron varios meses, y el dueño del hotel, Rober Morriss, recibió una carta que Beale le escribió desde San Luis. En esa misiva, Beale le decía a Morris la importancia de la caja que había dejado en su hotel. Dentro de ella se encontraban diversos papeles, algunos de los cuales estaban cifrados. La clave para comprender el texto encriptado estaba en posesión de un amigo de Beale, quien tenía orden de entregarla a Morris diez años más tarde.

Pasaron los diez años, y por algún motivo Morris no recibió noticias ni de Beale ni de su amigo. Siguió conservando la caja, y tras esperar 25 años, en 1845, se decidió a forzar la cerradura. La caja contenía tres hojas llenas de números separados por comas y una nota escrita en inglés corriente. La nota, escrita de puño y letra por Beale, explicaba que en 1817 Beale, acompañado por algunos hombres, había emprendido un viaje por Estados Unidos buscando oro. A los pocos meses, encontraron una veta. Durante 18 meses, armados de picos y palas se dedicaron a extraer todo el metal precioso que fueron capaces, más 2 toneladas de plata.

Se pusieron de acuerdo para esconder el tesoro y volver por el más tarde, convenientemente equipados. El encargado de encontrar el lugar adecuado para ello fue Beale, quien llevo a cabo la dura faena en algún lugar de Lynchburg. Ese fue el motivo de su primera visita al hotel de Morris. Durante la segunda visita llevó más oro al escondite, y aprovecho para entregar la caja de hierro a Morris para que, en caso de que le sucediese algo, sus socios y herederos pudieran recibir su parte.

Según explica Beale en la nota que encontró Morris, los tres documentos cifrados contienen una explicación de cómo llegar hasta la ubicación del tesoro, más un detalle de su contenido y la lista de los hombres que debían recibir su parte del botín.

Morris debió haberse sentido frustrado: tenía todo lo necesario para acceder a una increíble fortuna, pero no sabía como descifrarlo. Durante toda su vida, en secreto, intentó hallar el tesoro, sin éxito. Cuando cumplió 84 años, en 1862, Morris se decidió a publicar el secreto, con la esperanza de que alguien pudiera descifrar las tres páginas que ya se sabía de memoria, y cumplir el encargo de Beale. Un amigo de Morris escribía y publicó un folleto con todos los datos de la caja, en 1885. Pero también hizo algo más: pudo descifrar una de las tres notas cifradas. Como los documentos consistían en una sucesión de números, supuso que cada número representaba una letra. Lamentablemente había una gran variedad de números, muchos más que las letras que tiene el alfabeto.

Este hombre asumió que los números referían a las palabras o letras de un libro. Si era capaz de encontrar el libro adecuado, podría leer el texto. Este sistema de encriptación es muy antiguo y seguro, consiste en tomar el texto del libro y numerar sus palabras. Este número designa la primera letra de la palabra. Por ejemplo, si el Quijote comienza con "En Un Lugar De La mancha...", tendríamos las correspondencias 1=E, 2=U, 3=L, 4=D, 5=L, 6=M... etcétera.

El problema que tenía el amigo de Morris era que no sabía qué libro había usado Beale como base. Luego de probar con cientos de libros sin conseguir nada, intento con la Declaración de Independencia de EE.UU., y logró descifrar la segunda de las notas. En ella Beale revela la ubicación aproximada del tesoro, que se encuentra en el condado de Bedford, a unas cuatro millas de Buford´s, escondido en una cámara subterránea a unos dos metros bajo tierra. Y también enumera el contenido del mismo: 1326 kilogramos de oro y 2315 kilogramos de plata.

Por supuesto, se intentó utilizar la Declaración de Independencia para descifrar las otras dos notas, pero Beale había utilizado otros libros para codificarlas. Muchos criptólogos famosos lo intentaron también sin éxito. Por lo que parece el tesoro sigue esperando ser descubierto en algún lugar de Virginia.

Si te crees muy listillo y quieres intentar desencriptar las otras dos hojas en esta web tienes las secuencias numéricas originales. Si lo consigues no estaría nada mal que lo compartieras con La Penultima Pamplina, pero como sabemos que eso no va a pasar, al esperamos que nos mandes una postal desde Virginia.

Visto en NeoTeo

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante, pero es un bulo.

En uno de los enlaces que hay en el artículo de Wikipedia lo explica:

http://rogergrambihler.tripod.com/BealeHoax.htm

al decodificar el mensaje cifrado usando la Declaración De Independencia aparecen cosas como abcdefghiijklmmn
que difícilmente pueden ser casuales...

Gareth dijo...

Gracias por la información, ya me olía yo que sonaba mucho a fake. De todas formas la historia es bastante molona y la quería exponer aquí. Saludos.

Anónimo dijo...

jode que pena que sea un bulo no? ya me imagino yo logrando la mayor heroicidad de mi vida y siendo millonario,jajajajajaja. es una historia interesantisima y curradisima. por cierto habeis visto en las noticias la persona que lan tocado 76millones de euros y todavia sigue sin cobrarlos??lo mas fuerte es que salio tambien que esta perdiendo en intereses cada dia 12mil€. entonces si ese tio gana al dia na mas en intereses 12000€ ese tio no tendra cojones de gastarse ni la decima parte del dinero!!!! y el hijo puta sin descifrar codigos,jajajaja pero claro aun sigue sin cobrarlo. ¿estara el boleto perdido en alguna parte?

BloggMaster dijo...

Existe un libro muy interesante al respecto: LOS CÓDIGOS SECRETOS de Simon Singh. Entre otros casos de cripología y codifucaciones como el de Maria Estuardo, que le costó la muerte por conspirar contra la Reina Isabel de Inglaterra, menciona el de la cifra Beale, no dice que sea un bulo, sino que posiblemente los escritos 1 (ubicación exacta del tesoro) y 3 (listado de personas que debían favorecerse del mismo), una doble codificación o SUPERCODIFICACION. Eso si, cabe reseñar el texto que escribió el amigo de Morris, el cual estudió las cifras: Antes de entregar los papeles al público, me gustaría decir unas palabras a los que puedan interesarse en ellos y darles un pequeño conseño, adquirido por amarga experiencia. Es que dediquen a la tarea sólo el tiempo que les reste de sus ocupaciones legítimas, y si no les queda nada de tiempo, que se olviden del asunto... De nuevo, nunca sacrifique, como he hecho yo, sus propios intereses y los de su familia por lo que podía resultar ser una ilusión; pero, como ya he dicho, cuando ya tenga hecho su trabajo del día, un poco de tiempo dedicado al tema no hará daño a nadie y puede verse bin recompensado.

saludos
Alejandro Pastor