La Columna de Consigliere IV

sábado, junio 30, 2007

"El verano ya llegó, y la ¿fiesta? comenzó.."


¿Qué tal señores? El fin de los exámenes me da el respiro que el calor me niega, así que me dispongo a escribir una vez más bajo pabellón de la Penúltima. Uno de los miembros del Alto Mando, el señor Raven, se marcha de vacaciones este mes de Julio, el mes completo, por lo que el peso del blog recaerá en el otro administrador, Gareth. Para intentar paliar esta marcha, trataré de colaborar en todo lo que pueda para que la Penúltima siga gozando de la buena salud que ha demostrado durante sus ocho meses de andadura. Empeño mi palabra en que lo haré lo mejor que pueda.

Llegó el verano, con todo lo que eso conlleva. Personalmente, es una estación del año que no me gusta demasiado, la que menos diría. Soy consciente de que es una época amada por la mayoría, esperada durante todo el año con impaciencia, así que trataré de aportar mi visión sobre ella y mis opiniones al respecto para tratar de desmontar, sin ánimo de hacer tambalear la fe de ningún creyente, la visión tan positiva que otorgan propios y extraños a dicha estación. Voy a tratar de explicar por qué la detesto.

El atractivo número uno del verano es, me parece, la condición de festividad perpetua, en lo que a obligaciones laborales y académicas se refiere claro. Es época de vacaciones para el niño y para el oficinista, para maestros y para médicos. ¿A quién le gusta trabajar o ir a clase? Trabajamos para ganar dinero y poder vivir y vamos a clase para tener una formación profesional y, así, poder hacer lo primeramente mencionado, trabajar, esto es, vivir. El ciclo de la vida, que diría Mufasa. Está claro que ambas actividades no son plato de gusto para nadie, así que las vacaciones estivales se presentan como una época de merecido descanso muy esperada.
Nada de madrugones, ni de deberes. ¿Cómo no me iba a gustar? Vale, estamos de acuerdo.


En consecuencia directa a esta falta de obligaciones gozamos de mucho más tiempo libre. Eso supone poder hacer las cosas que nos gustan. A gusto del consumidor: ver la tele, hacer deporte, leer, escribir, componer, ir a la piscina o la playa, visitar ciudades o países, salir con los amigos, salir con los amigos a emborracharse, salir con los amigos a tirarse a tías borrachas, etc. Un muy largo etcétera. Creo que hasta aquí todo genial. Pero es en este punto, el del tiempo libre, donde surgen las primeras contraindicaciones para el empacho de verano que nos pegamos todos los años.

Es un razonamiento muy simple. Tenemos tiempo libre, así que lo llenamos con cosas que nos diviertan o nos hagan disfrutar. ¿Qué ocurre cuando el número de actividades que queremos hacer excede el tiempo libre disponible? Pues que no podemos hacerlas, tal como suele ocurrir durante el curso. Bien pero, ¿qué ocurre cuando es el tiempo el que supera CON CRECES nuestro número de actividades del ocio? Ajá, efectivamente, nos visita un tal Señor Aburrimiento, de la manita del Señor Tedio y de la señorita Desidia. Desafortunadamente, todas estas personas hacen horas extras en verano, así que la diversión y el disfrute se van a dormir con peligrosa frecuencia.
Entonces díganme, ¿dónde está el atractivo del verano?, ¿les resulta agradable dar vueltas por
una casa recalentada mirando a las paredes sin saber qué hacer durante horas? A mí personalmente no me reporta demasiado disfrute, qué quieren que les diga. Las vacaciones son para los que curran 40 horas a la semana 11 meses al año, que no ven el momento de pillarlas los pobres y aprovechan para descansar lo máximo que pueden. Para nosotros, los estudiantes, (creo que es lo predominante en la audiencia de este blog) el verano se antoja demasiado largo como para disfrutarlo a tope. Que levante la mano si hay alguien capaz de pasárselo bien durarante los 75 días que dura el verano sólo aburriéndose un poco. Yo, por ejemplo, disfruto INFINITAMENTE más un puente en Noviembre o Marzo, no sé ustedes. En definitiva, que un coñazo vamos.


A este problema de temporalidad hay que sumar otro también de gran peso. Este es cultural, y lo llamaremos "El Virus Chiringuito". Sí, estamos hablando de esa terrible intoxicación que sufre la sociedad a todos sus niveles cuando aprieta el calor, una sociedad que tampoco puede presumir de demasiado decoro ni clase durante los nueve meses restantes. La televisión sufre una pequeña metamorfosis que la empuja a ser más rancia y casposa ¿todavía?. Las series, casi lo mejor que nos dan, se van de vacaciones, los programas potables lo mismo. Y en los cinco segundos esos que bajo música medio chill out nos enseñan en plan sobremesa el logo de la cadena que estemos viendo, ahora ponen a una tia tirándose a una piscina. Sí, vale, en Otoño ponen una montón de hojas secas revueltas por el viento, pero la modalidad verano me deprime especialmente. El Virus Chiringuito lo salpica todo: programas musicales chungos en Benidorm o Málaga, Torneos de Fútbol aburridos a muerte, programas de zapping a punta pala, refritos de refritos y demás morralla que tan bien conocemos. ¿Y los informativos? ¿Te crees que no sé que en la playa hay medusas, idiota? Si quieres deprimirte a fondo en verano, pon a las tres el informativo de Antena 3 y vas a ver. ¿Y qué decir del cine o los videojuegos? Pocos lanzamientos y de dudosa calidad salvo muy contadas excepciones. Creo que después de todo lo que he dicho no hace falta que hable de la música. Prepárense: Envía Politono Micrófonos al 5454.

Coño, y encima nos quitan el Gran Prix..


Podría tirarme horas hablando de cosas odiosas del verano pero esto se está convirtiendo en un ladrillo y no un post. Termino con dos apuntes. El primero, y con respecto a lo del aburrimiento, sostengo que la felicidad es directamente proporcional a la cantidad de actividades que llevemos en nuestra vida, siempre que exista contenido lúdico en ellas. Cuantos más proyectos, más ocupados estaremos y menos pensaremos. Y cuanto menos pensemos, menos conscientes seremos de nuestras miserias. Por eso el aburrimiento deprime, porque acabas dándole vueltas a todo. Una frase que acuñé hace poco: "la felicidad está en la sinergia de los pequeños vicios" Y lo segundo. Es muy curioso observar cómo la mercadotecnia típicamente veraniega está también inundando a las demás épocas del año, de modo que han dejado de ser productos únicamente estivales. A saber: politonos, teletiendas, zappings, programas de madrugada de "llame y responda a nuestra pregunta, 6000 euros le esperan", recopilaciones... No es sino prueba de lo que nos temíamos: que la oferta mediática se estandariza cada vez más.

Estaré encantado de leer las opiniones de los que les guste el verano y que tengan cosillas que rebatir. A ver si así tomo nota y este año me lo paso un poco mejor.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

holaaa!he leido y releido tu visión tan "optimista" del verano, pero realmente lo peor que has dicho de el es que te aburres, porque lo de que en la tele no echan nada y lo de los juegos, no le veo mucho sentido... (existe la opción de no ver la tele y los videojuegos no caducan que yo sepa, puedes jugar con los de febrero, que es un mes en los que si salen entretenidos, no? jojojo)
creo q verano es una estación para estar con los amigos, incluso aburrirte con ellos, o con la familia que vive lejos o incluso conocer gente nueva... en mi opinión has centrado la crítica al verano desde un punto totalmente consumista: tele, videojuegos,cine, música... y has olvidado el motivo de descanso.
duerme, lee, sal con los amigos,escribe, ve a cadiz jajaja....ya veras que bien te lo pasas (consejo de cochifrita)

PD: el trofeo carranza mola xD

Goretti

Poliándrico dijo...

Gareth y yo acabamos los exámenes el 6 de julio. En agosto tendremos que estudiar las que nos queden. Yo ya me lo estoy viendo para septiembre: una anual y media, y una cuatrimestral...

Yo personalmente tengo mis mejores planes hechos para julio. Una semana en Madrid en plan cultural con unos amigos y otra en cualquier sitio con playa, Portugal preferentemente... Hacer reformas en mi habitación...

Y luego el mes de agosto, estudiar. Me gustaría también ponerme a trabajar. Un Starbucks estaría genial, ya que no tendría que aguantar las tonterías de los canis (aunque también hay pijos que se las traen, pero bueno...).

Leer, ir al gimnasio, incluso, por qué no? Hacer deporte! Te llevas una neverita con bebidas isotónicas fresquitas, unos amigos, a practicar tenis al Hytasa! He pensado apuntarme con mi prima a dar unas clases la 2ª quincena de agosto, que hace mil que no juego...

Si efectivamente me pongo a trabajar y me saco todas en septiembre, o me compro un pedazo de ordenador pa mi cuarto o me pego unas vacaciones de lujo después de los exámenes de septiembre...

Con todo esto digo, que si no te quieres aburrir en verano, puedes no hacerlo.

El truco: vencer todos esos pecados que has mencionado: la pereza, la desidia... refrescarse mucho siempre para no andar acarajotaos, y vivir la noche! Que es preciosa...

Anónimo dijo...

Me han parecido muy oportunos vuestros comentarios, es probable que me haya visto arrastrado por mi habitual espiral de pesimismo criticón. No obstante, dos apuntes rápidos.

Primero, creo que aunque puedas ignorarlo (en la medida de lo posible) ES NECESARIO hablar de la intoxicación cultural del verano, es lamentable (¿alguien piensa lo contrario?) el bombardeo de basura diaria y tenemos que denunciarlo. Eso es precisamente lo que ellos pretenden, que no nos quejemos de nada y traguemos con todo.
Y respecto a las actividades veraniegas, pues me alegro de ver todas las cosillas que tienes planeadas, me parece todo un ejemplo de plan anti-aburrimiento. Creo que tienes razón y que también es cuestión de echarle ganas, moverse y organizar cositas. No estoy del todo de acuerdo con lo de que si quieres no te aburres, creo que siempre hay limitaciones y es muy difícil estar la mayoría del tiempo distraído. No sé, será que mis veranos desde pequeño han sido terriblemente odiosos, pero sigo sosteniendo que el verano lleva inherente una carga, más grande o más pequeña, según opiniones, de aburrimiento.

Y muchas gracias por vuestros comentarios, nos vamos a esforzar en mantener esto vivo ahora en verano y los necesitamos. Seguid participando!

Saludos desde la cueva,

Consigliere

Poliándrico dijo...

Es cierto. Pero de todos modos... a veces uno disfruta con la idea de "no tengo nada que hacer".

Echar la tarde tirados en el cesped, soltando chorradas...

Creo que hay tiempo para todo, incluso para aburrirse. :P

Y yo, que no tengo piscina, a ver cómo me las apaño xD

Y se me olvidaba otra joya del verano:

LAS REBAJAS!!!!!!!!

wowowo

Anónimo dijo...

uyyuyuyu, todo eso piensas hacer en un verano?? yo necesito por lo menos tres:medio pa estar tirao debajo del aire acondicionado, un poco de playa y otro poco de salir conl os friends...yasta!1 acabo el verano!. otra cosa: a mi tp me gusta el verano..sera que no tengo cuerpo pa lucir.. pero l oque si exijo es un respeto al gran prix, q el programa que me a acompañao toda la infancia
y a disfrutarrrrrrrrr el veranooo
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