La Columna de Consigliere VII

domingo, julio 15, 2007


A las buenas tardes.

El verano, como cualquier estación del año, reúne grandes clásicos de nuestras vidas. En concreto, y para mí, el mes de Julio nos trae principalmente dos: los San Fermines y el Tour de Francia. Aunque no lo parezca están relacionados, luego explicaré por qué. Hoy no voy a hablar de la fiesta navarra de toros y encierros, hoy voy a hablar de ciclismo. Ese gran incomprendido...

Mi amor por el ciclismo tiene dos puntos de origen. Por un lado, todo el que me conoce bien sabe de buena tinta mi pasión por el deporte en general. Más de una vez me he llevado una mala cara por faltar a alguna quedada, llamémoslo así, por culpa de tal o cual evento deportivo. Mi filia deportiva es extensible a un gran número de modalidades, si bien tengo mis favoritos y también los que no me gustan. Soy un reconocido culé, poco a poco me estoy volviendo un fanático del baloncesto (trasnoches incluidos) y tampoco me pierdo grandes eventos como un Roland Garros, Campeonatos de Atletimo, Grandes Premios de Motociclimos y Fórmula Uno, Olimpiadas, etc. De entre los que no me gustan, podemos nombrar el hockey, la gimnasia, la esgrima, la hípica...

La segunda razón es una vocación por este deporte por vía paterna, gran seguidor del deporte de la bicicleta. Guardo cientos de recuerdos infantiles relacionados con el ciclismo, como revistas, maillots, bicicletas, sobremesas viéndolo por la tele (no me enteraba de mucho, pero ya me fascinaba), el vídeo con el REC llenando cintas y cintas con filia coleccionista, o incluso esa radio pegada a la oreja casi disimulando, acaso para que nadie te llamara raro, en esos días de playa de los que no te podías librar. O esos días en los que decías: "No mamá, hoy no voy que hay una buena etapa. Me quedo viéndola", cuando ya eras lo suficienteme mayor para que te dejaran hacer tal cosa. O aquel día en que mi padre me llevó a su oficina, aquel lugar que todo hijo quiere conocer y cuando llega se lo encuentra totalmente diferente a como lo había imaginado, aquel lugar casi sagrado, el trabajo de un padre, donde encontré con sorpresa, en su despacho, dos fotos enmarcadas de gran tamaño de los dos ciclistas más grandes que España ha parido hasta hoy: Don Perico Delgado y Don Miguel Induráin. Siempre lamentaré no poder haber visto correr a ninguno de los dos...

El mes de Julio es tiempo para los amantes del ciclismo con la celebración de la más prestigiosa carrera de todo el año: el Tour de Francia. Es la segunda de tres carreras de tres semanas que se celebran durante la temporada, junto al Giro de Italia y la Vuelta a España. La 'Grande Voucle' reúne a los mejores corredores del plantel mundial y es la carrera para la que todos se preparan especialmente durante todo el curso ciclista. Ganarla supone catapultarse a la élite de este deporte automáticamente, es la más alta graduación a la que se puede aspirar. Trataré de explicar por qué defiendo este deporte, por qué lo creo muy minusvalorado.

Para mí, el principal punto fuerte del ciclismo es que es un deporte puro. ¿Por qué? Por que enfrenta al hombre con la carretera cara a cara, sin intermediarios, sin nada de por medio. Tan lejos como te lleven las piernas, dependes de ti y sólo de ti. Por eso digo que es un deporte puro. Si bien es un deporte de equipo (mucha gente esto ni lo sabe), lo cierto es que a fin de cuentas es eminentemente individual. Si un día no vas, por mucho y buen equipo que tengas no pueden dar pedales por ti. Haciendo una comparativa rápida, podemos comparar el ciclismo con otros deportes en mi opinión no tan deportes, por decirlo así.Uno de esos increíbles paisajes ciclistas...

La Fórmula Uno es un buen ejemplo. No tengo dudas de que si le dieran un Ferrari a los cinco peores pilotos del Mundial (por puntos) todos lograrían, como mínimo, algún podio. Por tanto, ¿cómo saber si Takuma Sato es mejor que Felipe Massa? Está bien, y si es mejor piloto y tiene mejores manos, ¿cuánto de mejores?. En definitiva, lo que quiero decir es que estos deportes están en cierto modo adulterados si queremos denominarlos como tales, pues todo no está en la mano del deportista. Lleno de variantes, de intangibles, todo algo borroso.

Jamás podré expresar con palabras suficientemente exactas lo que siento viendo ciclismo. Hablo de esas grandes etapas de montaña. Los ciclistas subiendo las escarpadas rampas del los Alpes o los Pirineos con esos increíbles paisajes, retorciéndose encima de la bicicleta, el maillot abierto, el rostro desencajado, las mareas humanas a un lado y otro casi cerrándoles el paso como si de un embudo se tratara, las motos y los coches de equipo sorteando toda esta cabalgata como buenamente pueden, el asfalto tatuado de nombres que son y que fueron...Para mí, esta es la épica del ciclismo, porque nada entorpece la contienda entre el deportista y el deporte, nada se antepone entre la bicicleta y la ruta. La carretera es el juez implacable que pone a cada uno donde le corresponde. Incontestable, ineludible.

Y dicho todo esto, pues lo de las etapas llanas es un mero añadido. Un tiempo de espera antes de lo bueno, un preámbulo. Entiendo perfectamente que etapas así aburran, yo soy el primero que me quedo dormido. Con permiso de puristas y sprinters, la salsa está en las etapas de sube y baja y en la contrarreloj. No puedo terminar este post sin mencionar el tema del dopaje. Es realmente triste que cosas así manchen el nombre de un deporte tan encomiable. Hay que saber que el dopaje es un problema también presente en la gran mayoría de deportes (cosa que se ignora sin querer o a sabiendas) y que, por supuesto, hay que cortarlo de raíz. Hay que censurarlo de todas todas y atacar duramente a señores como Eufemiano Fuentes, principal implicado en la Operación Puerto contra el dopaje, empapelado hasta el culo pero que sigue yendo por ahí dando conferencias en universidades sobre salud y deporte. Pero tampoco despreciar al ciclismo: yo ese deporte no lo veo, que van todos drogados. Así no se ayuda.

Siento mucho no haber podido ilustrar debidamente mis palabras con fotos suficientemente buenas. Para los que quieran saber realmente de lo que hablo, tienen una gran oportunidad estos días siguiendo el Tour por la tele. Mañana y el Martes hay dos grandes etapas que a buen seguro podrán dar buena muestra de lo que he intentado contar en este post. Y después vendrán los Pirineos. Se lo recomiendo a los creyentes y también a los escépticos. Que no todo es fútbol, pardiez.

Por cierto, Miguel Induráin es navarro; el Tour ha pasado algunas veces por Navarra (este año, sin ir más lejos, lo hará) ;y el día que presentan los equipos en la ciudad donde toma salida la carrera, el antiguo equipo Banesto (ahora Caisse d'Espargne), conjunto donde militó toda su carrera el pentacampeón español del Tour, hace llevar a todos sus componentes el pañuelo rojo de los San Fermines. ¿Ven como sí están relacionados?

Saludos desde el horno de España,

Consigliere.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

impresionante fenomeno,impresionante definicion de lo que es una etapa importante y de las sensaciones que tienen tanto el ciclista como el que esta en su casa viendolo impresionado por lo que esta viendo.para mi es impresionante ver como un tio reventao sigue pedaleando todo por amor al deporte.os mentiria si os dijese que nunca me e imaginado a mi en su lugar subiendo una cuesta imposible y sintiendo todo el apoyo de los aficionados que se van muchas horas antes solo para verte pasar y animarte ademas de escribir tu nombre en la carretera pa darte toda la fuerza que te pudiese faltar.tiene que ser una experiencia realmente fantastica y el detalle del maiyot abierto para poder respirar mejor.....eso si es un deporte,ojo me gusta muchisimo la formula one,y la sigo todos los domingos,pero si me diesen a elegir no cambio a un tio subiendo una cuesta con la unica ayuda de sus propias fuerzas,que por un tio que dice que su compañero gana mas que el por que le copia la telemetria,ay dejo eso.un fuerte abrazo y consigliere enhorabuena por este pedazo de post.atentamente.......MALMETO

Anónimo dijo...

Malmeto sin animo de ofender me ha chocado mucho que digas que Alonso va diciedo que su compañero de equipo le copia las telemetrias, eso es algo que no hace falta que lo diga el y a la vista esta que cuando no se las copia la caga si no fijate en el gran previo de gran bretaña en el cual Hamilton salio en pol y la cago hasta la tercera plaza. En todo lo demas estoy totalmente de acuerdo aunque me tira mucho mas el deporte del motro que el ciclismo, pero es en el ciclimismo donde se ve el gran esfuerzo fisico que realizan estos grandes deportistas,y para ir acabando me quedo con una frase que le escuche a uno de los mecanicos de un equipo con respecto a lo sucio que parece que se ha vuelto el cicliscom con lo del dopping. "Si esto esta muerto que vengan y vean la espectacion que montamos."

Un saludo RUBEN

Anónimo dijo...

ruben no tengo nada en contra de fernando,es mas como dije en mi comentario no me pierdo ni una sola carrera de el y quiero que gane.con lo de la telemetria solo queria poner como ejemplo un deporte en el que no se valora solo el esfuerzo que pueda realizar el deportista en si.este año en la formula one se esta viendo que fernando siendo muuuucho mejor piloto (al menos para mi) no depende de el mismo para poder ganar las carreras por que el compañero se beneficia de su experiencia para que su coche valla igual,contando en mi opinion con mayores ayudas desde el propio equipo.soy alonsista aunque como persona para mi deje mucho que desear pero bueno al fin y al cabo lo que debe interesar a los aficionados es su forma de correr y no lo demas.bueno espero que con este comentario veas que no iba en contra de alonso y si en contra de lo "general".un abrazo