Tu vida son auriculares

miércoles, febrero 14, 2007

No se si dios existe, pero si está ahí no se lo curra tanto como para hacerle catedrales. Como ejemplo de esto estaba pensando en los auriculares, ese elemento tan incomprendido que nos acompaña toda la vida.
Los hay de muchos tipos, pero estoy seguro que cuando se crearon Dios estaba de bajona, posiblemente agotado de crear a la mujer (que es su creación más compleja), o a la programación en C++.
Remontemonos a los inicios. Tus primeros auriculares suelen ser de una radio de juguete y en un 53% de los casos amarillos, no me pregunteis por que. Como es normal el 8 de Enero ya no se escucha un carajo, pero a los 6 años de edad es facil encajar ese tipo de cosas.
Cuando pasan unos años empiezas a usar los auriculares negros de toda la vida y aquí es cuando se empiezan a notar los problemas. Ya los pongas en un disc-man, un walk-man o en cualquier otra cosa que acabe en -man hay una ley cósmica que siempre se cumple. No importa que se los compres a los moros o al Corte Inglés, el caso es que en pocos días se joderá el auricular izquierdo. No falla.
Que ya los podrian diseñar para que se estropearan los dos a la vez, yo creo que eso mejoraría sus ventas, teniendo en cuenta que el 36% de los usuarios sigue usandolos despues de rotos segun un estudio que me acabo de inventar.
Pero bueno al pasar unos cuantos años te modernizas y empiezas a usar esos auriculares blancos que vienen con el i-pod y son tan molones... Parece increíble que no se le haya ocurrido antes a nadie fabricar auriculares con ese blanco tan inmaculado. Pero que su belleza no os haga confiar, se joden igualmente; aunque por lo menos duran más.
Adiós Mamá (ya vendré a traerte la ropa sucia), adios Papá (ya vendré a por dinero). Ya eres libre para que te exploten en el trabajo y para ir al Ikea los sábados a comprar marcos de fotos. Te emancipas, y con ello vienen un salto de calidad en lo que auriculares se refiere. Te compras unos SONY pepino con los que te haces fotos tontas al lado del tocadiscos en plan DJ. Suenan del carajo y además son inalámbricos: puedes ir a pedir sal a la vecina sin dejar de escuchar ni un segundo a Jamiroquai. La felicidad no dura mucho ya al final se acaban jodiendo. La culpa la tiene los solos de guitarra de Carlos Santana que te hacen subir el volumen de formas poco saludables.
Los años pasan, te vas haciendo mayor y ahora usas unos auriculares con bluetooth que van conectados al movil y al mp3. Pareces un puto empresario. Incluso algunos días te engominas el pelo y empiezas a putear a tus empleados. Da miedo. Mucha tecnología, mucho wireless, pero se te jode el cacharro al cabo del tiempo igualmente.
Las mitocondrias no perdonan y vas envejeciendo inevitablemente y es entonces cuando la gran experiencia que has acumulado durante tu vida te provoca una regresión a tus principios. Vuelves a los auriculares negros en los que se jode el izquierdo, pero conviertes esa desventaja en ventaja. Y es que la evolución lo tiene todo previsto. Hay que tener en cuenta que a esta edad no se puede salir a la calle sin una pequeña radio con la que escuchar al Betis los domingos. Pues nada, oreja derecha al partido y oreja izquierda a "escuchar" a la señora mientras se pasea, para que luego digan que la tercera edad no sabe usar la tecnología...

Saludos de ¼ Mayonesa y ¾ Mostaza (Rebujar) [Gareth]

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